Volumen 3, Nº1 Agosto de 2006

Aproximación a las Migraciones Femeninas Internacionales al Interior de Latinoamérica: Algunos Casos en México y Chile

 

V. La Migración de Mujeres Peruanas Hacia la Zona Central de Chile

En esta parte se sintetiza lo expuesto por Stefoni (2002) respecto al fenómeno de la migración femenina peruana hacia el territorio chileno, y particularmente la zona de la Región Metropolitana de Santiago.

Considerando lo planteado por la autora antes nombrada -página 119- y citando a Teófilo Altamirano en su libro "Éxodo" publicado por la Pontificia Universidad Católica de Lima, Perú, 1992, se pueden distinguir al menos tres procesos de migración de población peruana fuera de su país durante el siglo XX. El primero, hasta 1950 cuando los emigrantes eran clase acomodada y con dirección a Europa; El segundo, durante década de 1970, con contingentes de clase media urbana y rural ante la escasez de trabajo en las ciudades peruanas; El tercero, hasta hoy, donde se registra un alza en emigrantes de sectores medios-bajos urbanos y rural. Tercer momento de la emigración peruana que coincide con la llegada de población masiva hacia el territorio chileno, sobre todo de la parte norte de Perú, como el caso de Trujillo y Chiclayo.

Si en el caso del relato planteado para el sur de México (Estado de Chiapas) el predominio migratorio sigue siendo primordialmente masculino, la situación de migración de peruanos a Chile está marcada por un claro predominio femenino, y sobre todo, con una alta concentración laboral de este grupo en el trabajo doméstico de la zona central.

Según Carmen Norambuena (2004), si bien Chile nunca ha sido un país de grandes montos de recepción de extranjeros –a diferencia de países como Argentina, Uruguay, Brasil o Venezuela-, hoy se aprecia la llegada de habitantes sudamericanos a ritmos acelerados, debido en gran medida a la estabilidad económica y política acá existente.  De acuerdo a los resultados del Censo de Población y Vivienda desarrollado en el año 2002, en Chile hay 185 mil extranjeros residentes, lo que representa cerca del 1,2% de la población total. De ellos, argentinos y peruanos representan cerca de 100 mil personas, de un total de 150 mil latinoamericanos y caribeños. 

Actualmente, de acuerdo a Stefoni (2002),  la población de inmigrantes legales peruanos en Chile bordea las 60 mil personas, correspondiendo sobre un 60% a mujeres, quienes se distribuyen en las siguientes labores u ocupaciones: empleadas de oficina (15%), amas de casa (14%), técnicos (11%) y profesionales (9%).

La citada autora señala en su estudio que cerca del 50% de las mujeres peruanas en Chile cuentan con formación profesional o técnico-profesional completa e incompleta, lo que se traduce como una alta preparación en términos de estudios formales, muy por el contrario de lo que el común del habitante chileno podría suponer respecto a la mujer peruana residente. El problema, sugiere Stefoni (2002), radica en que la mujer peruana no llega a Chile a ejercer sus respectivas carreras, lo que dificulta el acceso de personas capacitadas y con experiencia laboral a trabajos acorde con su preparación.

Con todo, y a pesar de su formación educacional, las mujeres inmigrantes peruanas tienden a trabajar mayormente en el servicio doméstico, lo que de cualquier modo supone un mayor salario que el que recibiría en Perú por trabajos más calificados. En el caso de los hombres peruanos, las ocupaciones principales son la construcción y el comercio informal.

Lamentablemente, los medios de comunicación y la opinión pública chilena, han creado una imagen del inmigrante peruano, como de alguien de “segunda categoría” respecto al chileno promedio, y no faltará quien les responsabilice de los índices de cesantía en la población nativa. Reduccionismo interpretativo que no hace sino cargar negativamente al inmigrante peruano.

Las razones que explican el incremento en la migración femenina desde el Perú obedecen a múltiples razones. Según Stefoni (2002) ello deriva de la existencia de condiciones del mercado laboral chileno que facilitan la inserción en puestos de trabajo como el del servicio doméstico, la existencia de redes sociales que facilitan la llegada de inmigrantes, además de la posibilidad de ahorro de algo de dinero para remesas a sus familiares en el Perú.

El caso es que en muchos casos, la migración de la mujer peruana a Chile comienza sin acompañantes, como parejas o hijos, quienes se quedan en Perú. El que la mujer peruana esté sin hijos en la ciudad chilena donde trabaja facilita su incorporación puertas adentro en el servicio doméstico, sacrificando su vida independiente y permitiendo la apropiación completa de su persona por parte de terceros.

Stefoni (2002), explicando el fenómeno de las inmigrantes peruanas en el servicio doméstico, llamando la atención sobre la disminución porcentual de la mujer chilena en dicha actividad durante los últimos años aumentando la participación de extranjeras en el rubro.

I. Introducción | II. Algunos Datos Generales Sobre el Fenómeno de la Migración en América Latina. | III. Aspectos Teóricos en Temas de Migración Femenina | IV. La Migración de Mujeres Centroamericanas en la Frontera Sur de México | V. Las Mujeres Inmigrantes Peruanas en Chile | VI. Conclusiones | VII. Bibliografía | Versión de impresión

 




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