Anónimos, seudónimos y traductores
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Diversos trabajos de bibliógrafos chilenos han procurado dilucidar la paternidad de obras publicadas en forma anónima o seudónima.
El primer trabajo de esta índole fue el de don Diego Barros Arana, titulado Notas para una bibliografía de obras anónimas y seudónimas sobre la historia, la geografía y la literatura de América, publicado en los Anales de la Universidad de Chile el año 1882.
José Toribio Medina, por su parte, avanzó considerablemente en esta materia con la publicación de su Diccionario de anónimos y seudónimos hispanoamericanos, en 1925.
En lo que a Chile respecta, Guillermo López L. publicó en los Anales de la Universidad de Chile, año 1939, un Índice de seudónimos, que incluye una adición al trabajo de Medina.
A José Toribio Medina se debe también la Biblioteca chilena de traductores (1820-1924), incluida en los Anales de la Universidad de Chile del año 1925 y 1926.
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